El estrés laboral es considerado propio de las sociedades industrializadas en las que la presión en el entorno laboral puede llegar a generar consecuencias dañinas tanto físicas como mentales. Este tipo de consecuencias no solo afectan directamente al trabajador sino que también a su entorno social en el que se destacan la familia y los amigos.
Algunas de las causas residen en las excesivas cargas de trabajo que afrontan los empleados, las relaciones insatisfactorias o tóxicas en el entorno laboral o la falta de conformidad con sus tareas o remuneración, entre otras. Muchas veces existe una combinación entre varias de ellas dando lugar a situaciones aún más graves o estresantes.
Este tipo de estrés se manifiesta de diferentes maneras, dependiendo el trabajador, pero sus síntomas suelen ser los mismos. La irritabilidad, la depresión, la reducción de productividad y proactividad, y el descenso de la calidad de vida son los más notables. Entre los trabajadores que más sufren el estrés laboral se encuentran quienes se dedican a la atención al cliente y los que no tienen bien delimitadas sus horas de trabajo por lo que sus jornadas suelen extenderse muchas horas.
Si bien hay algunas tareas a realizar para aprender a combatir el estrés laboral como ejercicios físicos, terapia o meditación, muchas veces los trabajadores deciden demandar a la compañía en la que trabajan si su descontento en el ámbito laboral es muy grande y se encuentran en todo su derecho de hacerlo.
A través de la demanda laboral, el trabajador busca un respaldo para conseguir un resarcimiento económico por los daños causados en aquel entorno. Muchas veces el proceso comienza cuando un trabajador solicita una licencia por estrés laboral y, generalmente, el tema luego es tratado en los Tribunales al realizar la demanda y se busca llegar a un acuerdo entre ambas partes en una mediación.
En aquella instancia se reconocen ítems como el daño moral causado en el empleado a raíz de diferentes formas de mal trato, además de las consecuencias físicas o psíquicas que se hayan podido distinguir mediante declaraciones o estudios.